FAO y OIT unen esfuerzos para proteger a los niños, niñas y adolescentes en el sector rural

18 de abril de 2016

¡Protege a los niños de los plaguicidas!: nueva guía para sensibilización y formación.

A menudo los niños, niñas y adolescentes que viven en zonas rurales son vulnerables a químicos y elementos tóxicos que pueden provocarles irreparables daños físicos, afectar sus funciones cerebrales e incluso predisponerlos a graves enfermedades como el cáncer. Con el objetivo de contribuir a desarrollar una cultura de prevención y protección, FAO y OIT lanzaron la guía ¡Protege a los niños de los plaguicidas!, una herramienta para visibilizar entre agricultores y familias rurales las consecuencias negativas a las que se enfrentan sus propios hijos e hijas cuando están expuestos a agentes tóxicos como los plaguicidas, en muchas ocasiones debido a su participación en tareas agrícolas productivas para el propio hogar o para terceros, y concienciarles sobre la necesidad de tomar medidas prácticas a su alcance para prevenir esta situación.

De acuerdo con la FAO, la guía se distribuirá en Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Perú.

Según datos de la OIT, de los 168 millones de niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años que trabajan en el mundo, el 59% lo hace en el sector agrícola, considerado uno de los sectores más peligrosos junto con la construcción y la minería.

En América Latina existen en la actualidad 12,5 millones de niños, niñas y adolescentes en situación de trabajo infantil, de los cuales el 48% lo hace en el sector agrícola. En la distribución por subregiones, se encuentra que en la Región Andina el 61% de los niños que trabajan lo hacen en este sector productivo; en Mesoamérica el 43% y en el Cono Sur el 38.4%.

Según FAO, esta situación también afecta el desarrollo del sector agrícola y la seguridad alimentaria sostenible, dado que el trabajo infantil perpetúa el círculo de pobreza del niño, de su familia y, por lo tanto, también de la comunidad en la que vive. 

Así es la guía

¿Quién la puede usar?

Agentes agrícolas de extensión, educadores rurales, inspectores laborales, familias y  organizaciones de productores.

¿Para qué se puede usar?

Para mejorar las capacidades y habilidades de los agricultores y familias para identificar y reducir las posibilidades de exposición a plaguicidas, especialmente de los niños, niñas y adolescentes, que debido a sus condiciones biológicas y de desarrollo físico, son especialmente vulnerables a los efectos nocivos de estos químicos.

¿Cómo está organizada?

En tres secciones: Sesión 1, sobre cómo los niños,  niñas y adolescentes están expuestos a los plaguicidas en el trabajo agrícola, en las actividades domésticas, cuando juegan en los campos de cultivo y cuando consumen sus alimentos o beben agua. Sesión 2, para generar reflexión acerca de los efectos negativos que tienen los plaguicidas en el desarrollo, teniendo en cuenta que éstos no necesariamente son visibles desde un primer momento y haciendo énfasis en el riesgo mayor que corren las personas menores de edad. Sesión 3, enfocada en desarrollar la capacidad de identificar las acciones que deben realizarse para disminuir la exposición a plaguicidas y ayudar a prevenir esta situación compartiendo la información.

¿En qué idiomas está disponible?

En español, inglés, francés, portugués y ruso.

 

Más información en:

Notas sobre Trabajo Rural (FAO)

Niños en trabajos peligrosos (OIT)

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