Cada 12 de junio se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil bajo un tema clave para la prevención y erradicación de esta problemática. En 2022, el llamado global fue “Protección social universal para poner fin al trabajo infantil”.

La protección social es tanto un derecho humano como una potente herramienta política para evitar que las familias recurran al trabajo infantil en tiempos de crisis. Sin embargo, en 2020 y antes de la crisis de la COVID-19, únicamente el 46,9 % de la población mundial se beneficiaba de forma efectiva de al menos una prestación de protección social. En el caso de niños, niñas y adolescentes, la cobertura es aún más baja. Casi tres cuartas partes, 1.500 millones, carecen de protección social.

Urge invertir más y mejor en sistemas universales de protección social, que garanticen que todos los niños, niñas y adolescentes puedan desarrollar su potencial innato y disfrutar de una infancia libre del flagelo del trabajo infantil.

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